Jaromír Nohavica es un cantautor, poeta, compositor,
cantante, guitarrista y acordeonista checo. Es una
leyenda de la música folk checa y la mayoría de sus
canciones son ya casi parte de la cultura popular.
En 2011 fue el primer cantautor checo que recibió el
Premio Tenco que desde hace varias décadas se otorga
cada ano el marco del Festival de la canción de San Remo.
Pasando a formar parte de una lista grandes figuras de
la música como Jacques Brel, Donovan, Nick Cave, Bulat
Okudzhava o Leonard Cohen quienes también obtuvieron
este prestigioso premio.
A lo largo de su carrera ha publicado numerosos discos y
álbumes, siempre muy bien recibidos por el público,
algunos de ellos llegaron a conseguir discos de platino.
En su obra utiliza elementos de la melodía eslava y su
creación está estrechamente relacionada con la poesía y
la literatura en general. Además de componer y escribir
sus propias canciones interpreta obras de Vladimir
Vysotsky, Bulat Okudzhava, Aleksander Blok, entre otros.
El lenguaje es un instrumento muy importante para él.
Jaromír Nohavica es probablemente el cantautor checo que
más éxito de crítica y público tiene, un gran personaje
de la canción popular checa. Superó el papel de la
canción protesta de los anos ochenta. Su popularidad no
bajó tampoco después de la importante fecha de 1989.
Todo lo contrario, manteniéndose coherente consigo mismo,
supo adaptarse a los cambios radicales de la música folk
en la sociedad checa después de la caída del régimen
comunista.
Nunca fue un disidente en el sentido de la palabra
propiamente dicho, pero el simple hecho de pensar en voz
alta y, todavía peor, de cantar lo que pensaba no estaba
bien visto en la Checoslovaquia de antes de la
Revolución de Terciopelo de 1989.
Sus conciertos, tanto en Chequia, Eslovaquia como en
Polonia son multitudinarios y Jarek, como lo llama la
gente, tiene muchos admiradores que siguen atentamente
su trayectoria artística. Jarek es alguien más que un
cantante que toca la guitarra, el acordeón y canta
alegrías y tristezas.
Cada concierto es un gran acontecimiento y el público se
queda fascinado por el embrujo, la felicidad y la
melancolía de las canciones de Nohavica. No le falta
nunca una fuerte dosis de humor. Así sus conciertos se
convierten en un espectáculo divertido y a la vez
misterioso, un arte que seduce.
Desde hace cinco anos toca acompanado de Robert
Kuœmierski, un excelente acordeonista y pinaista polaco.
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